La Comarca Andina del Paralelo 42 ºes un grupo de poblaciones, ciudades y parajes cercanos entre sí, y estrechamente vinculados en los ámbitos productivos y turísticos en el noroeste de la Provincia del Chubut y suroeste de la de Río Negro, en la región patagónica cordillerana de la República Argentina. Se presenta con un entorno y un clima muy particular que lo hace especialmente apto para el cultivo de las denominadas frutas finas y del lúpulo y desde hace pocos años, comenzó el desarrollo de lo que ya se conoce como la “ruta del vino más austral del mundo”.
El clima es templado-frío, con temperatura media anual del mes más cálido de 16 °C y del más frío de 3 °C. Las precipitaciones anuales, preferentemente concentradas en la estación invernal, son del orden de los 1.000 mm, por lo tanto las primaveras y los veranos son típicamente secos, con días largos y noches frías. A pesar que por ser zona de cordillera los suelos son muy variables, todos presentan altos tenores de materia orgánica y reacción levemente ácida. También se cuenta con agua para riego de muy buena calidad. La combinación de los factores ambientales suelo-clima y un adecuado manejo del riego posibilitan un excelente comportamiento de los mencionados cultivos, y tornan a la zona muy adecuada para el manejo orgánico de los mismos.
Tanto en el suroeste de Río Negro como en Chubut, crece una movida incipiente de amantes del vino desarrollando nuevas plantaciones a contar de 2011. Detrás de casi todos ellos hay un agrónomo enamorado del vino: Darío González Maldonado, alma mater de la región. “Estoy convencido, y lo hemos demostrado, de que en esta parte del mundo podemos hacer bases espumantes de otro nivel, sobre todo con Pinot Noir y Chardonnay”, explica al otro lado de la línea, en su casa de El Hoyo.
Michel Rolland
En el Área El Hoyo, donde se encuentran nuestros viñedos, se trata de un sector angosto del valle del río Epuyén, que comienza a ensancharse poco antes de la desembocadura en el mismo del arroyo Pedregoso. Se caracteriza por terrazas fluviales, una reciente en donde el río divaga actualmente y otra alta que es donde se desarrolla la actividad agrícola. El mencionado arroyo Pedregoso vuelca su derrame hacia ambas márgenes provocando un abanico (se evidencian rasgos de haber variado su cauce). El resultado es un sector con suelos coluviales en donde dominan rodados gruesos.